Mexico
Donde los dioses y los viajeros vienen a descansar
Como paraíso antropológico, México alberga montañas y cañones elevados, desiertos extensos, selvas tropicales místicas y playas turquesas. Su cultura se ha adaptado a la globalización como pocas en el mundo, y al mismo tiempo, ha preservado tradiciones únicas que hacen que los viajeros se enamoren del país fácilmente. Las melodías mexicanas prometen despertar el alma; el universo picante de su gastronomía da color a los sentidos; y su arquitectura, vestida en buganvillas, mueve la imaginación con sus estructuras imponentes.
Inspirador, conmovedor, sorprendente y orgulloso
Estas son algunas de las palabras que usan nuestros viajeros para describir a Colombia.
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Los Cabos
Lugares Imperdibles
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Somos el primer destino turístico de América Latina
según la Organización Mundial del Turismo.
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Somos mundialmente conocidos por nuestra gastronomía
De hecho la gastronomía mexicana está reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
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Nuestro país es el 13º exportador mundial y el primero de América Latina
Productos agroalimentarios como la cerveza, el tequila y el mezcal, y el aguacate son algunos de sus productos estrella.
History
- Una tierra ancestral
- Colonización española
- Independencia y agitación política
- Un país formidable
El territorio que ahora se conoce como México tiene una historia antigua y poderosa. Sus primeros habitantes fueron comunidades agricultoras indígenas cuyas tradiciones, conocimiento y arquitectura han sido preservadas hasta el día de hoy. Entre estos pueblos, los olmecas, que vivieron en el Golfo de México entre el 1150 y el 300 AEC, se destacan como la cultura madre del país, así como los mixtecos, los zapotecos, los tarascos y los totonacos. Otras civilizaciones también son ampliamente reconocidas, incluyendo los mayas (1500 AEC al 900 EC), conocidos por ser los primeros en desarrollar por completo un lenguaje escrito en la América precolombina, y los aztecas (1300 al 1521 EC), quienes crearon uno de los imperios más importantes de Mesoamérica. El legado indígena todavía es objeto de investigación para historiadores y otros expertos, pues aún surgen descubrimientos en lugares como Teotihuacán, considerada una de las ciudades más grandes en Mesoamérica y el hogar de pirámides y valles famosos a nivel mundial.
En el auge del imperio azteca, alrededor de 1517 EC, Hernán Cortés arribó en Veracruz para iniciar la expedición española en esta región. Luego de años marcados por negociaciones, alianzas y batallas, en 1521 Cortés logró consolidar la conquista de los aztecas (también conocidos como los mexicas) al derrotar la capital azteca, Tenochtitlán, dando inicio al México colonial y la imposición del mandato español sobre el territorio mexicano, que duró cerca de 300 años. Como consecuencia de la colonización, las comunidades indígenas fueron llevadas al borde de la extinción, y, con la llegada de prisioneros africanos y el relacionamiento constante con los españoles, el pueblo mexicano pronto adquirió la herencia de una cultura mestiza.
Como fue el caso de la mayoría de países en Latinoamérica, la independencia de México fue un proceso convulso. El 15 de septiembre de 1810, el padre Miguel Hidalgo levantó en armas al pueblo de Dolores en contra del virreinato español, liderando el primer movimiento de independencia nacional, que finalizó en 1821 con la llegada triunfal del Ejército Trigarante a Ciudad de México. A pesar de la independencia, sin embargo, el status quo general se mantuvo muy similar, con los “criollos” reemplazando a los españoles, lo que creó un periodo de agitación caracterizado por cambios de poder constantes entre los conservadores y liberales, y derrotas políticas y militares que eventualmente llevaron a la pérdida de más de la mitad del territorio mexicano ante Estados Unidos entre 1836 y 1854. México también tuvo que luchar contra una invasión del emperador francés, que terminó en 1862 con la famosa Batalla de Puebla, liderada por el general Ignacio Zaragoza, que todavía se celebra cada Cinco de Mayo.
El escenario político en México cambió drásticamente con el periodo conocido como el Porfiriato, una dictadura a la cabeza de Porfirio Díaz que promovió esfuerzos de modernización, beneficiando a compañías basadas en Estados Unidos, la Iglesia Católica y terratenientes locales, y con un evidente detrimento del mismo pueblo mexicano. Esto llevó a la Revolución Mexicana, iniciada en 1910 por Francisco Madero, una revolución que, con la publicación de la Constitución en 1917, trajo muchos cambios significativos en el liderazgo, la economía y el sistema social de México. Se reconocieron sindicatos, se implementaron derechos para los campesinos, y el viejo sistema de hacendado fue depuesto. Con los años, la economía mixta (en parte pública y en parte privada) vio una consolidación del estado mexicano, incluyendo la firma de los acuerdos GATT y NAFTA, la mejora de las condiciones laborales, y una cultura floreciente que, a pesar de algunas dificultades sociales, no ha parado de crecer hasta el día de hoy.